sábado, 11 de diciembre de 2010

...*



Sentí que su mano me apretaba más fuerte. Es curioso...
lo intensos que son esos momentos tan tontos, algo que no dura más de 12 segundos de tu vida y que se queda grabado para siempre en tus recuerdos. Cuando llegues a la cama una noche y te brillen tanto los ojos que te cueste cerrarlos, entenderás lo que te digo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario