lunes, 25 de julio de 2011


La vida tiene tantas sorpresas que estoy asombrada. La vida te presenta tantas oportunidades todos los días que, hoy más que nunca, me doy cuenta que las personas infelices, son personas que eligieron sentirse así. Son personas que se cierran en una historia, un pasado y en una ilusión. Se caen y no se pueden levantar, no porque no pueden sino porque no quieren. Todos, cientos de veces, pasamos por situaciones difíciles, situaciones en las que no encontrabas salida, te creías perdida, te creías encerrada en un mundo que se iba derrumbando todos los días un poco más. No nos dábamos cuenta de una frase tan conocida y tan cierta como es, "Cuando se cierra una puerta siempre, sin excepción, se abre una ventana". Ya no creo en las únicas oportunidades, y ya no creo en la suerte. El camino de uno lo va armando uno, uno elige estar bien o estar mal. Ser feliz o infeliz. Uno elige buscar la salida y aprovechar esas cosas que simplemente, sin explicación alguna, van apareciendo. Lo mejor para la tristeza es hacer cosas, tener la mente ocupada. Nutrirse, culturizarse, esforzarse y estudiar. En vez de
desperdiciar tiempo en cosas pocos productivas y nada sanas, hay que aprovechar ese momento en que no nos sentimos tan bien para aprender, para reflexionar sobre nuestros sueños y metas, para hacer planes. Esos planes que vamos armando, tienen que ser flexibles, tienen que tener la cuota necesaria de incertidumbre, así no nos aburrimos de la rutina y de la línea a seguir. Son más divertidas y atractivas son las cosas menos planeadas, las que simplemente nacen sin buscarlas. Compartir momentos con la gente que te quiere, con gente que uno sabe que esta tu lado, que no te juega en contra y que te desea lo mejor. Las vueltas de la vida tienen tantas cosas raras, tantas preguntas que nunca nos van a contestar, tantos giros inesperados, tantas causalidades que es imposible entender y saber que va a pasar. Sólo se decir que de los momentos malos, siempre ganamos experiencias y siempre hay una moraleja. Gente nueva, oportunidades nuevas, posibilidades inesperadas, y caminos que se van cruzando con los nuestros, es algo que sobra en la vida. Queda en uno aprovecharlos y seguir peleando para encontrar eso que tanto buscamos que es: La felicidad.

Recuperando una entrada antigua :)

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo en absolutamente todo, menos en las dos últimas líneas ;) No estoy segura que la felicidad sea algo que se ha de encontrar como al final del arcoiris, siento que es más el camino, el trayecto o las cosas en él, que no vemos.
    Verás, te copiaré aquí unas palabras que alguna vez dejé en otro blog, pero que resume mi manera (muy personal, obviamente, de entender la felicidad):
    "Y la felicidad... ¿sabes?
    A veces pienso que no la vemos porque esperamos que sea algo grande, enorme, un acontecimiento supremo o una cadena de sucesos afortunados.
    Y no. Dudo que así sea.
    Creo que consiste en breves segundos, destellos de luz que dejamos escapar, sonrisas de lado que nos respiran de reojo por un mínimo instante...
    ...instante desafortunado en el que justo nos limpiamos las lágrimas de los ojos"
    Y bueno, como siempre... ya te escribí un pergamino, jejeje.
    Ten una linda semana, lo maaaaaaaás linda posible =)
    Un tierno abrazo.

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  2. Los pergaminos esos que me encantan a mi :D

    Estoy de acuerdo contigo, yo también lo veo más...como los pequeños momentos más que una meta a conseguir. En el fondo, supongo que se trata de un opco de todo, ser feliz en breves segundos como dices tu, y buscar con lo que haces serlo más adelante, aunque nada es predecible, y nunca se sabe si la decisión que tomes realmente te llevará a algo o no. Lo importante es no obsesionarse con algo, simplemente vivir cada momento, sin pensar tanto en lo que venga después, al menos, yo lo veo asi :).
    Ya me estoy enrollando yo tambien jajaja.
    Voy a pasarme por tu casita a ver que tal va tu semana ;)
    Un beso preciosa ^^

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